Jesús predijo que habría falsos profetas que contaminarían el cristianismo. Estas personas y sus iglesias se denominan cristianas. Aunque afirman tener la verdad, en realidad engañan a la gente. Ahora bien, uno puede reconocer la religión verdadera, ya que sus miembros manifiestan las características que distinguen a los auténticos cristianos. (Lea Mateo 7:13-23.)